La diferencia que existe entre los mellizos y gemelos reside en que los primeros proceden de la fecundación de dos óvulos diferentes, mientras que en el caso de los gemelos parten de la división de un único óvulo fecundado. Por lo tanto, los gemelos son genéticamente identicos y los mellizos no llevan la misma carga genética. A partir de esta premisa podemos deducir que no existen los gemelos de diferente sexo. Pero la naturaleza es caprichosa y de forma excepcional si puede producir gemelos de diferente sexo. Esta rareza se debe a que aparezca una enfermedad genética denominada Síndrome Turner (ver https://medlineplus.gov/spanish/turnersyndrome.html).
Este síndrome se caracteriza porque el gen diferenciador del sexo solo tiene un cromosoma X (en lugar del par XX o XY que determina el sexo) lo que obliga al feto a evolucionar forzosamente a lo femenino independientemente del sexo de su hermano.
Esta patología es muy poco común y afecta a 60 nacimientos de cada 2500 en España. Si a esto añadimos el reducido número de embarazos gemelares y poca probabilidad de que uno de los embriones nazca con el Síndrome de Turner, la existencia de gemelos de diferente sexo es una rareza.