La mirada de una persona es lo primero con lo que nos encontramos y nos permite conectar con ella. Por esto, el color de los ojos es una característica que siempre ha despertado mucha fascinación y hoy en día sabemos que viene determinada por un grupo de genes. Estos genes determinan la presencia o ausencia de dos pigmentos la melanina (marrón) y el lipocromo (amarillo) en el iris. La expresión de cada uno de ellos da lugar a la gran diversidad de tonalidades que varia a partir de los básicos marrón, verde y azul.
El color de los ojos marrones viene determinado por la cantidad de melanina que se acumula en el iris, de tal modo que cuanta más melanina contiene más oscuro es el color. La cantidad de melanina está regulada por un grupo de genes dominantes y cuando se expresan los genes recesivos la producción de este pigmento disminuye surgiendo los ojos más claros.
Las personas con ojos azules tienen carencia o poca melanina. Debido a esto, la luz que pasa a través de ellos es reflejada por el fondo el ojo en forma de luz azul (una longitud de onda más corta que la inicial), lo que da al iris el característico aspecto azul.
Sin embargo son los ojos verdes los que han despertado la mayor fascinación al ser tan escasos. Este color aparece cuando se expresa el pigmento amarillo (lipocromo) y hay carencia de melanina que produce la reflexión de la luz azul. La mezcla de estos dos fenómenos tan poco probables lo que hace que solo un 2% de la población presente este color.
Dedicado a mi querida Ali.
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