La bióloga Christiane Nüsslein-Volhard (1942) es especialista en biología del desarrollo, obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o Medicina 1995 –compartido con Eric F. Wieschaus y Edward B. Lewis– por sus descubrimientos sobre el control genético de las primeras etapas del desarrollo embrionario. Mediante lúcidos e ingeniosos experimentos de mutagénesis fueron capaces de demostrar que la arquitectura de un organismo vivo se construye por etapas, y que cada etapa está controlada por un grupo concreto de genes. Christiane tuvo que enfrentarse a dificultades y obstáculos específicos por su genero pero en lugar de lamentarse y distraerse con estos temas siguió trabajando y avanzando en sus estudios. Tampoco hay que olvidar su solidaridad porque en 2004 (con el dinero que ganó con el premio Novel) creó una Fundación que lleva su nombre con el fin de estimular a jóvenes científicas a que se dediquen a la investigación ofreciendo becas y un estímulo para que continúen con sus investigaciones.
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