El hecho científico de desarrollar una vacuna segura y efectiva lo más rápido posible, acabando con uno de los mayores problemas de salud ya es por si mismo un de los mayores logros de la medicina.Sin embargo hay que ensalzar su desinteresado beneficio personal, Jonas Salk renunció a la patente y a las ganancias millonarias (mil millones de dolares). Muchos relacionan a Salk con una forma de hacer ciencia diferente, dedicada al beneficio universal
Cuando le preguntaron en una entrevista televisiva quién poseía la patente de la vacuna, Salk respondió: «No hay patente. ¿Se puede patentar el sol?»
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